Hoy en Sexto Continente comenzamos hablando con un clásico en vida; el escritor Raúl Guerra Garrido, un hombre que ha sobrevivido a la Guerra Civil, a la post-guerra, que viviendo en el País Vasco fundó el Foro de Ermua y ha defendido actitudes políticas críticas con el nacionalismo, por lo cuál su farmacia en San Sebastián sufrió varios atentados hasta que en el 2000 acabaron por acertar y dejarle completamente calcinado el establecimiento, tras lo cual Guerra Garrido decidió clausurarlo definitivamente. Es un gran escritor que ha sufrido la presión proetarra y que desde 1969 ha dejado huella en la literatura española con obras como “Quien sueña novela” (Premio Fernando Quiñones); “Tantos inocentes” (Premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra); “El año del wólfram” (Finalista del Premio Planeta); “Lectura insólita de El Capital” (Premio Eugenio Nadal) y la novela que nos ocupa, “Cacereño”, publicada en 1970 y recuperada ahora por Akal. Nuestro autor escribió «Cacereño» en 1969, y en esta novela aborda el fenómeno de la inmigración a Euskadi desde las regiones españolas más empobrecidas. Novela de desestructuración familiar, de desarraigo y soledad, que, curiosamente, fue censurada por el Franquismo. Queremos que este programa sea un modestísimo homenaje a un autor que ha sufrido todos los ataques posibles por defender la libertad.

Seguimos con la escritora Eugenia Kleber, que está en estos días en el salón del Libro Teatral, que se celebra en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, presentando un libro que recoge dos obras teatrales: “Indemnes” y “Lucy N.”, dos obras que retratan situaciones traumáticas. Además en unos días se presenta la novela negra “Terrible intimidad”. Una desapacible tarde de septiembre Morela Grasso desaparece en una solitaria playa portuguesa cuando paseaba en compañía de Mateus, su marido. Este hecho será el desencadenante de una serie de actos de violencia.

Enrique Pérez Balsa nos recomienda la lectura de una novela negra y criminal: “Soy la venganza de un hombre muerto” de Alberto Valle. ¿Es posible vivir la vida de otro? ¿El crimen siempre paga? ¿Cuál es el precio de la venganza? Cuarenta años llenos de dolor, mezquindad, crimen y odio. Apenas hay resquicios para la esperanza, la vida duele, duele mucho y arrastra al protagonista hacia el abismo sin que nada pueda evitarlo.

Y aunque este programa es un café literario y no un informativo serio y riguroso, y no informamos de cosas como los Premio Nobel, este año no apetecía hablar de Peter Handke, un escritor al que uno leyó con devoción a finales de los 70 y durante los 80, al que se le ocurrió opinar durante la Guerra de Yugoslavia (también llamada de los Balcanes) y como sus opiniones no gustaron fuera de Serbia, desapareció unos años de los medios de comunicación y pasó a ser un escritor maldito. Ahora gana el Nobel y el colectivo “Madres de Srebrenica” exige que se le quite el premio. Hemos pensado en quién podría hablarnos de él, y nos encontramos a Eloy Tizón que en su libro “Herido leve” le menciona en 5 artículos, pero nunca como protagonista, sino como ejemplo al hablar de otros autores. Hablar de Peter Handke es siempre un placer, primero por su obra literaria, y segundo, por haber pagado un alto precio por su libertad de pensar y opinar.

Proponemos la lectura de la novela “Sangre de mi sangre” de Rebeca Tabales. Un niño que ha visto demasiado. Una madre al límite. Una psicóloga forense con demasiado corazón. Un thriller en el que nada es lo que parece.

Y antes de empezar a hablar con gente seria y rigurosa, una cita de Isócrates, orador, político y educador griego, creador del concepto de panhelenismo: “conviene que quienes gobiernen con rectitud (…) graben la justicia en las almas: porque no es con decretos sino con buenas costumbres como se gobiernan las ciudades. Aquellos que han recibido una educación perversa osarán transgredir aun las leyes más puntillosamente redactadas, en tanto que los que han sido bien educados querrán obedecer aquellas establecidas con sencillez”.

En los últimos minutos del programa leemos algunas citas interesantes sobre los males del nacionalismo de autores como Pío Baroja, Fernando Savater, George Orwell, Nietzsche, Aldous Huxley, Carlos Monsiváis, Mario Vargas Llosa, Dan Brown y Max Aub, entre otros.

Estas es la lista de frases sobre el nacionalismo que teníamos preparadas, pero no cupieron todas:

Afirma Fernando Savater: “El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice”.

Para George Orwell: “El nacionalismo es hambre de poder atemperada por el auto engaño”.

Según Nietzsche: “Es bien sabido que la ciencia y el nacionalismo son cosas que se contradicen, aunque los monederos falsos de la política nieguen ocasionalmente ese saber”.

Afirma Aldous Huxley: “Tanto el capitalismo como el nacionalismo son frutos de la obsesión por el poder, el éxito y la posición social”.

Brillante la definición de Carlos Monsiváis: “Si algo le queda al nacionalismo es su condición pop. No popular, algo ya más bien anacrónico a fuerza de lo sentimental, sino pop, con el acento en el perfil publicitario”.

Para Mario Vargas Llosa: “El nacionalismo, lo mismo el centralista que los periféricos, es una catástrofe en todas sus manifestaciones. El nacionalismo es siempre fuente de crispación, de confrontación y de violencia, y eso no excluye al nacionalismo que juega a la democracia al mismo tiempo que a la exclusión”.

Afirma Max Aub: “Los nacionalismos han incrementado terriblemente los daños del siglo XX”.

Dan Brown: “Y la historia ha demostrado en repetidas ocasiones que siempre habrá lunáticos deseosos de hacerse con el poder, en sucesivas oleadas de nacionalismo agresivo y de intolerancia, incluso en lugares donde tal cosa habría parecido imposible”.

Para Jiddu Krishnamurti: “El nacionalismo ‑con su veneno, sus miserias y la lucha mundial que acarrea- sólo desaparece cuando hay inteligencia, y la inteligencia no surge por el mero hecho de pasar exámenes y estudiar libros. De suerte que el nacionalismo no sólo causa conflictos externos, sino frustraciones íntimas; y cuando uno comprende el nacionalismo, todo el proceso del nacionalismo, éste se desvanece. La comprensión del nacionalismo llega mediante la inteligencia”.
Pío Baroja: «El nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando».

Enrique Gallud Jardiel: “El nacionalismo es un error de percepción de carácter estético. A la gente le gusta más la música de su región porque se han acostumbrado a ella desde pequeñitos. Por ello acaban prefiriendo el regionalismo de las sardanas o las seguidillas al cosmopolitismo de un Mozart o un Beethoven”.

 Gustavo Bueno: “Los nacionalismos surgen del resentimiento”

Albert Einstein: El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.

Albert Camus: Amo demasiado a mi país para ser nacionalista.

George Orwell: «El nacionalista no es alguien que simplemente tiene como principio estar siempre del lado del grupo más fuerte. Al contrario, una vez que ha elegido su grupo, se convencerá a sí mismo de que aquel es el más fuerte, y estará en capacidad de mantener tal creencia aún cuando los hechos estén avasalladoramente contra dicha creencia. El nacionalismo es hambre de poder alimentada por el autoengaño. Todo nacionalista es capaz de la más flagrante deshonestidad, pero también – desde que esta consiente de servir algo más grande que a él mismo- está firmemente seguro de estar en lo correcto».

Federico García Lorca: “Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos.”ç

Michael Ignatieff: “El nacionalismo ofrece la gloriosa política de la identidad y la autoafirmación. En vez de la política interminable del interés y la negociación, hay enemigos internos y externos a los que derrotar; está la causa eterna, los mártires del pasado y del presente a los que ser fieles”

Teresa Galeote Dalama: “El nacionalismo es el instrumento del capitalismo para fragmentar a las capas populares”.

Ryszard Kapuscinski: “La ideología del siglo XXI debe ser el humanismo global, pero tiene dos peligrosos enemigos: el nacionalismo y el fundamentalismo religioso”.

Cuidado ahí fuera, está lleno de gente.

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