En Sexto Continente, el café literario de REE, dirigido y presentado por Miguel Ángel de Rus, comenzamos con humor del más sofisticado, con Enrique Gallud Jardiel, quien nos presenta “Vidas de gentuza”, un libro de humor en el que destroza las biografías de personas tan poco recomendables como Leopoldo de Bélgica, El Explotador; Vlad, el Empalador; Fernando VII, el Felón; Torquemada, el Pirómano; Jack, El Destripador o Iván, El Terrible. Consigue hacernos reír con gente que ahora debe andar por el infierno pasando calor. Y de paso ataca duramente a Voltaire por cosas como llevar la contraria al rey de su época y dedicarse a difundir la cultura y amar el teatro, lo
cual demostraba su baja catadura moral.
Pasamos al relato con “Cuentos para un café” de Aina Rotger, porque ¿qué lugar más agradable que una buena cafetería en la que se mezclen el olor a cruasán, chocolate y café? Y nos cuenta qué es “esprosados”.
Después nos ponemos más serios y hablamos con el autor del libro “El otro en Jorge Majfud”, Raúl Ferrer. El libro es una investigación de la figura del Otro en la narrativa del uruguayo Jorge Majfud. Desde un punto de vista sociológico, este Otro engloba a todo sujeto en situación de exclusión, lo que incluye a migrantes, personas con experiencias traumáticas, individuos asociales o subversivos, y otros ejemplos que sufren problemas de integración o se ven forzados a vivir al margen de la comunidad.
Nos lee un relato del libro “Instantes en el silencio. Castilla infinita”, su autor,
Juan Pedro Martín Escolar-Noriega. Concretamente, nos hablará de una “Noche estrellada” en Castilla.
Vera Kukharava nos propone la lectura de los ensayo “Todo el pasado por delante”, y “Ser o no ser, un cuerpo”, de Santiago Alba Rico. “Todo el pasado por delante” es un libro que pretende desentrañar el futuro de occidente y las posibles revoluciones, si es que aún son posible.
Y Miguel Ángel de Rus, acabará leyendo una propuesta del libro “Peliculeces”, de Enrique Gallud Jardiel, sobre el modo de hacer un guión de cine original. Para ellos cogemos un guión de una película taquillera yanqui, y hacemos lo contrario. Así de sencillo.